lunes, 30 de septiembre de 2013

Economista pronostica que el cepo al dólar se va a profundizar

Rodolfo Santángelo alertó que la salida de divisas sigue aumentando, al igual que la emisión monetaria.

El economista Rodolfo Santángelo pronosticó que el Gobierno va a profundizar el cepo cambiario, porque la salida de divisas “viene mal”.

“Creo que va a venir más cepo, más control. Eso es inexorable, porque la salida de divisas en turismo viene tan mal como en energía”, evaluó.

En declaraciones a radio El Mundo, Santángelo señaló que “la mejor prueba del control del tipo de cambio es que existe un dólar paralelo, pero cada vez entran menos dólares y siguen saliendo divisas”.

“Entonces, el cepo hace agua, en el sentido de su efectividad, en parte porque se siguen emitiendo pesos. Poner tanto énfasis en el cepo sigue siendo mirar la consecuencia del problema‘, añadió.

A su criterio, la”‘brecha cambiaria en ascenso es uno de los reflejos que tiene el cepo, y de ahí su ineficacia, su fracaso”.

Según Santángelo, el Banco Central “va a seguir como hasta ahora, vendiendo dólares y perdiendo reservas. El origen del problema es que se sigue emitiendo moneda para financiar el agujero fiscal”.

La AFIP le recomendó a la Presidenta no prorrogar el blanqueo de capitales: "No dio el resultado que esperábamos

Así lo anticipó el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. Destacó que no se cambiará el régimen de venta de moneda extranjera para turismo, pero reconoció que ya funciona como "una suerte de tipo de cambio diferenciado". Harán modificaciones al monotributo


El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, aseguró a Infobae que "es muy probable que el lunes la presidenta Cristina Kirchner anuncie que no se prorrogará el blanqueo".

"Le recomendé a la Presidenta que no extienda el plazo para adherir al blanqueo, fue una medida que no dio el resultado que esperábamos", reconoció.

A continuación, el diálogo que el titular de la AFIP mantuvo con Infobae:

-¿Por qué estima que hubo tan baja adhesión, apenas u$s260 millones hasta el viernes?

-Es cierto, hasta el viernes teníamos registrado 1.800 CUIT que habían exteriorizado capitales, cuando en el anterior plan de regularización habían ingresado unos 37.000. Creo que adhirieron aquellos que estaban muy al límite de ser detectados por el fisco.

-¿Entonces no había mucho para blanquear?

-En la Argentina hay una alta porción de gente que no quiere pagar los impuestos y están acostumbrados a vivir en la ilegalidad. Se trata de un núcleo duro al que hay que atacar. Además, no tuvimos el apoyo del sistema bancario, porque infundadamente consideró que alentar el blanqueo podía llevar a recibir penalidades por los organismos que fiscalizan el lavado de dinero.

-¿Están pensando en alguna otra medida, para alentar el ingreso de capitales?

-Siempre se están analizando temas y lo conversamos con la Presidente. Por ahora no creo que se haga nada.

-Y en el caso de los consumos con tarjetas de crédito en el exterior, ¿dispondrán cupos anuales o un aumento del recargo de 20% para achicar el déficit cambiario del sector?

-De nuestra parte no estamos recomendando ninguna medida. El pago a cuenta de otros impuestos de 20% es suficientemente importante y reconoce indirectamente una suerte de tipo de cambio diferenciado.

Más no podemos hacer, porque corremos el riesgo de que algunos países consideren que la Argentina está desalentando los viajes al resto del mundo y por tanto podrían imponer trabas a sus residentes, con lo que perderíamos ingresos de divisas por esa vía.

-¿No cree que algo habrá que hacer para frenar la baja de reservas?

-Nuestra preocupación es la de disminuir el déficit de la balanza comercial energética. Sobre eso estamos trabajando.

-¿Cómo cierra la recaudación de impuestos en septiembre?

-Hasta el viernes acusaba un incremento de 24 a 25%, con unos $69.000 millones, unos $3.000 más de lo que teníamos presupuestado, por eso no nos preocupa resignar fondos con los cambios que hemos en Ganancias para los asalariados y más recientemente con los monotributistas, porque en las escalas menores de ingreso todo excedente del disponible va consumo, y por tanto vuelve en más impuestos.

-¿Nadie esperaba que con los cambios en el monotributo se bajara el impuesto a pagar con la misma facturación que antes, porque lo hicieron?

-Se trata de una medida transitoria. Habían quedado desactualizados los montos de cada categoría y por eso lo elevamos. En los próximos meses el cargo se va a aumentar, quién pagaba $1.600 pasará a pagar 2.000 pesos.

-¿Luego qué sucederá?

-Estimamos que a partir del año que viene se actualizarán en forma automática, una vez por año, los montos de las escalas y el impuesto a pagar.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Se encienden luces de alarma en el Banco Central: los "papelitos" ya superan las reservas

Un reciente informe de una consultora privada sostiene que el stock de títulos públicos en poder del ente monetario ya supera los fondos líquidos



Una luz anaranjada se prendió sobre la situación del activo del Banco Central. Haciendo las cuentas saltó un tema que era esperable: hoy en el activo del Central hay más "papelitos" que reservas, otra cara de la situación cambiaria que vive la Argentina.

El caso sobre el deterioro del balance del BCRA lo trató en un reciente informe de la consultora abeceb.com Juan Pablo Rondero, diciendo que a principios de mes, mientras que las reservas representaban $209.386 millones, el stock de títulos públicos llegó a $272.498 millones, relata el diario Clarín este jueves.

El resultado responde a lo que viene haciendo el Gobierno, que usó dólares de las reservas y a cambio le dio al Central letras intransferibles con una promesa de pago a largo plazo.

Así, al no buscar dólares por otra vía, le fue pagando a los tenedores de bonos, principalmente del exterior, mientras le daba letras al Banco Central que, obviamente, tiene menos capacidad de queja aunque termine haciendo un mal negocio.

Como Mercedes Marcó del Pont difícilmente le vaya a decir no a la Presidenta, le facilitó la búsqueda de dólares en la creencia, se supone, de que en el futuro alguien se va a encargar de mejorar la situación patrimonial del Banco Central.

En otras palabras, el Gobierno eligió el camino de conseguir los dólares de alguien que sabe que nunca se los reclamará mientras la sociedad no tome conciencia. Hoy, las reservas representan sólo 30,9% de los activos del Central.

La situación patrimonial del banco encargado de imprimir los billetes y cuidar los dólares, desde ya debería ser objeto de preocupación de la Presidenta y, también, de quienes aspiren a sucederla.

Y está en el centro, junto con el atraso cambiario, la solución de la montaña de subsidios para mantener congeladas las tarifas de luz y gas en la Capital y el GBA y el freno a la inflación, de la discusión sobre un "ajuste" económico que la Presidenta jura que nunca hará y que, por tanto, pretendería dejarle como herencia al próximo gobierno.

De acuerdo a lo publicado por el matutino, otra cara de la situación del Central está dada por las reservas que apenas superan los u$s35.000 millones, de los cuales u$s8.000 millones responden a encajes de depósitos de los ahorristas en el sistema financiero.

La caída de las reservas sigue su cami- no. Es un reflejo claro del fracaso del cepo cambiario que se aplica desde octubre de 2011 y que disparó al dólar paralelo por encima de los $9, generando una brecha cambiaria superior al 60%.

Desde principio de año, la pérdida fue de u$s6.573 millones, más que duplicando en ocho meses la caída de todo 2012 que había sido de u$s 3.085 millones.

Los motivos son bastante conocidos. El pago a los bonistas, la fuerte suba de la contratación de paquetes y viajes al exterior (el déficit de turismo en el primer semestre alcanzó a u$s4.500 millones) y la disparada de las importaciones de combustibles (crecieron 92% en un año) se llevaron el grueso de las reservas.

El problema no es tanto el destino sino que no paran de caer y que el atraso cambiario estaría lejos de superarse en un contexto en el cual el dólar corre de atrás, en estos días a un ritmo de 21%, a una inflación que desde hace años le viene sacando ventaja.

Pero es difícil que esa carrera se resuelva en tiempos preelectorales. Todos los gobiernos se enamoran del atraso cambiario en los momentos previos a las elecciones (Menem y De la Rúa fueron dos ejemplos de tantos), apostando a que tranquilizar el precio de los alimentos y contribuyendo a mejorar el poder de compra de los salarios.

Si bien el tema habrá que resolverlo, el sector privado no espera muchos cambios. Así lo cree, por ejemplo, el influyente banco JP Morgan que en un reciente informe apuesta a que las reservas del Banco Central estarán en u$s 27.000 millones a fines de 2015 y que no habrá un salto brusco en el dólar oficial.

Pero la moderación cambiaria que en los últimos días aplica Marcó del Pont no sale gratis. El Banco Central está vendiendo a razón de u$s40 millones diarios para evitar una suba mayor del dólar oficial que está en $5,78.

Así como el BCRA vende reservas en vez de comprarlas, el Gobierno termina aplicando una indeseada "ortodoxia" en materia monetaria. Al no comprar dólares, emite menos y eso provocó en los últimos días una suba de las tasas de interés que por depósitos grandes ya están en 19,5% anual.

A un mes de las elecciones legislativas que serán decisivas para definir los dos últimos años del Gobierno, los agentes económicos se lanzaron a una carrera para aprovechar lo que creen está barato y podrá dispararse en el futuro.

Están los que compraron acciones de Edenor apostando a que habrá una baja de subsidios y después de octubre habrá una suba de la tarifa de la luz. Tal era el atraso que en el mes sube 74% y hay inversores que siguen apostando.

También están los que apuestan por los bancos, a los que les va muy bien y tienen, medidos en términos internacionales, precios bajísimos. El aumento de las acciones de Galicia (43%) o del Hipotecario (51%) en septiembre lo avalan.

En la carrera se anotaron los importadores que decidieron tomar crédito en pesos a tasas claramente menores a la inflación para apurar los pagos al exterior sacándole dólares al Central a precio oficial.

En esta carrera, aún no se conocen los ganadores pero, con una inflación anual del orden del 25%, ya se sabe quien pierde, concluye Clarín.

jueves, 26 de septiembre de 2013

El Banco Central vende para planchar al dólar oficial, pero el paralelo recupera terreno

Las ventas de la autoridad monetaria, más de u$s 600 millones en el mes, son vistas como poco sostenibles. El mayorista se mantuvo sin cambios por segundo día consecutivo. En el mercado paralelo se concentran las apuestas por un cambio de tendencia tras las elecciones y devuelven al blue a $ 9,50

por MATÍAS BARBERÍA Buenos Aires

El mercado paralelo de dólar mostró algo de su vigor latente durante la rueda de ayer. Las muestras de debilidad del Banco Central en el mercado oficial propiciaron movimientos en la plaza informal, y empujaron al blue hasta casi $ 9,60, antes de aflojar y cerrar en torno a $ 9,54. La entidad conducida por Mercedes Marcó del Pont vendió u$s 30 millones ayer para mantener sin cambios al mayorista, y acumula ventas por casi u$s 1.000 millones desde las elecciones primarias de agosto pasado.

El precio del blue volvió a las alzas ayer. Pro primera vez en muchas semanas, los operadores de ese mercado confesaron haber vivido “un día movido” por la mayor demanda que se vió en las cuevas.

La presión alcista permitió que las cuevas movieran al alza al precio de referencia, con un volumen de operaciones algo menor a la de las últimas semanas.
El precio está firme, siempre pedido. Es más, no me sorprendería que abra firme también mañana, porque ya hay varios pedidos armados para mañana pero los vendedores no quisieron cerrar precio, para ver cómo abre”, dijo un operador.

La demanda fue empujando al precio mayorista hasta los $ 9,60 por dólar, aunque la aparición de algo de oferta lo hizo aflojar sobre el final. Al final del día, el precio de referencia era de $ 9,54, cuatro centavos por encima del precio del día anterior.
Fue una baja rara, de todas formas”, comentó un operador. “Bajó, si, pero ya no se cerraron más operaciones a ese precio”, agregó.

El saltito del blue, que en lo que va de septiembre viene moviéndose muy por debajo del deslizamiento del oficial, se explicaba ayer en las mesas como una corrección esperada, que “estaba al caer”.

En el mercado formal, el BCRA no para de deshacerse de reservas para frenar a un dólar que hasta hace poco se movía a un ritmo consecuente con una suba anual del 36%.

Ayer, la entidad vendió u$s 30 millones y superó los u$s 600 vendidos en el mes, según estimaciones del mercado poco menos de u$s 1.000 millones desde que el Gobierno perdió por amplio margen las elecciones primarias en la Provincia de Buenos Aires, principal distrito electoral del país.
Todos los días está dando reservas y el mercado sigue comprador. Parece que está construyendo un dique para la suba del dólar al que el mercado le asigna un límite, que son las elecciones del 27 de octubre”, dijo un cambista. “El análisis es que detrás de esa fecha, el dique rebalsa, como ya pasó en 2011”, agregó.

Con las ventas de ayer, el dólar mayorista quedó en $ 5,771 por segunda rueda consecutiva. Desde el cierre del lunes que no hay cambio de precio.

El parate, diseñado para atraer liquidaciones de exportaciones agropecuarias que especulan con la suba indefinida de la divisa, de momento no ha tenido éxito. 

Ayer se operaron sólo u$s 270 millones en la plaza mayorista, algo menos que el martes. Y buena parte de ese volumen estuvo dado por ventas del Banco Nación, que en los últimos días se muestra activo en el rol de vendedor, para asistir así a la autoridad monetaria.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Argentina lugar más caro para comprar iPad.

Los consumidores en Argentina pagan más a nivel mundial para el iPad, más del doble del costo de Malasia, el lugar más barato del mundo para comprar el producto de Apple Inc.

Un cliente con una máscara diseñada para parecerse a los fines de Apple Inc. co-fundador Steve Jobs sostiene un retrato de Jobs en su iPad fuera de una tienda de Apple en Tokio el 20 de septiembre de 2013.

Un iPad de 16 gigabytes con Wi-Fi y una pantalla de la retina se vende por $ 1,094.11 en la Argentina, en comparación con los 473,77 dólares en Malasia, según Commsec, una unidad de la Australia Commonwealth Bank.

Otros lugares caros para comprar un iPad incluyen el norte de Europa y América Latina. (Brasil: $ 791.40, y Dinamarca: $ 725,32).

Commsec ha mantenido un índice iPod desde 2007 (más tarde agregó el iPad) como una manera de controlar si las divisas se valoran adecuadamente.

El índice es una forma de explorar el concepto económico de paridad de poder adquisitivo. Es decir, un buen deberían operar en el mismo precio en diferentes países cuando se expresa en la misma moneda en función de los mercados libres.

En teoría, las diferencias de precios entre países no son sostenibles en el largo plazo debido a las fuerzas del mercado que le pedirá a los consumidores y las empresas para hacer compras en el extranjero para los productos más baratos.

Pero, en realidad, una serie de factores, incluyendo restricciones a la importación, fletes y gastos de viaje y los impuestos locales significa que el mercado no funciona perfectamente.

Commsec utiliza la tabla de precios para obtener una pista de si las monedas están en línea con los fundamentos económicos. La moneda de un país donde los bienes son baratos en relación al resto del mundo debería aumentar a medida que los extranjeros demandan esa moneda para tomar ventaja de las oportunidades de arbitraje. En otras palabras, que la moneda está subvaluada.

Commsec mira el precio australiana del iPad para ver si el dólar australiano está muy valorada.

Como era de esperar, los resultados no son claros. El iPad cuesta 506,66 dólares en Australia, el sexto lugar más barato para comprar el producto en el mundo, después de Malasia, Canadá, los EE.UU., Hong Kong y Japón.

El costo de la iPad en Australia dividido por el costo de los EE.UU. ($ 499) sugiere un tipo de cambio de paridad de poder adquisitivo de alrededor de 1 dólar australiano por dólar EE.UU..

El dólar australiano se compra actualmente 94 centavos de dólar, lo que sugiere la moneda está subvaluada.

Pero al mirar a los precios en China ($ 602.52), donde se fabrican muchos iPads, la moneda de Australia parece demasiado costoso. Commsec dijo que cree que los resultados de su estudio muestran aproximadamente la moneda está muy valorada.

El Banco de Reserva de Australia cree que el dólar australiano está sobrevalorado - el resultado de un auge de la minería década.

La moneda cayó en agosto a un mínimo de tres años por debajo de 0,90 por dólar EE.UU. ya que los inversores estaban preocupados acerca de una caída en la demanda mundial de productos básicos de exportación de Australia. Se ha fortalecido desde entonces a un máximo de tres meses de US $ 0,94.

Un dólar más débil podría ayudar a que las exportaciones no mineras de Australia más competitivo, tomando el relevo de una caída en la actividad minera.

El BCRA vuelve a sacrificar reservas para calmar al dólar de cara a octubre

Ayer vendió u$s 40 millones y el Nación otros u$s 50 millones para mantener al precio en el mismo nivel del lunes. Este mes vendió en promedio u$s 35 millones por rueda


Llegar hasta las elecciones sin sobresaltos parece ser la misión en la que está embarcado el Banco Central, aún con las reservas a punto de romper los u$s 35.000 millones por primera vez en seis años. Con ayuda del Banco Nación, la autoridad monetaria procuró mantener inmóvil al dólar oficial y, para ello, vendió cada dólar que el mercado mayorista demandó. La entidad conducida por Mercedes Marcó del Pont vendió u$s 40 millones y el Banco Nación puso otros u$s 50 millones más para que la cotización del mayorista cerrara al mismo precio que marcó el lunes: $ 5,771. 

El dólar en el mercado mayorista se mantuvo plano durante toda la rueda de ayer, gracias a fuertes ventas de entidades públicas.

Según contaron operadores, desde temprano en la rueda el BCRA ofertó u$s 10 millones al precio de cierre del día lunes, como signo de que no planeaba dejar que el tipo de cambio escalara durante el día.

En el resto de la rueda, órdenes más pequeñas del propio Central se mantuvieron siempre en el precio de $ 5,771, complementadas por ofertas del Banco Nación.
Desde hace varios días que el Nación tiene una orden grande que viene vendiendo de a poco, algunos dicen que son dólares que ingresa Chevron, otros que son liquidaciones mineras”, comentó un operador bancario. 

En las mesas privadas estimaban las ventas del Nación en unos u$s 50 millones

En lo que va del mes, el BCRA vendió al menos u$s 600 millones: cuatro veces lo que cosechó en tres meses de blanqueo, con los u$s 154 millones suscriptos a través de Cedin.

En las dos ruedas de esta semana se deshizo de u$s 110 millones.
Con la premisa de no hacer olas hasta el 27 de octubre como objetivo de primer orden, y tras haber agotado los mecanismos de racionamiento por cantidad, el Banco Central acepta sacrificar reservas para que no se recaliente la paridad”, analizó un informe de Empiria Consultores. 

En lo que va de este mes, las ventas del BCRA promedia los u$s 35 millones por día. La estrategia no sale gratis.
La demanda se anticipa (se cancelan deudas por importaciones anteriores, se adelantan o se intenta hacerlo- compras de maquinarias e insumos, pagos de viajes al exterior) y la oferta se posterga (el agro pospone ventas, pues prefiere posicionarse en granos que en pesos susceptibles de devaluación o licuados por inflación ), especulando con precios o condiciones que reflejen la escasez tras las elecciones de octubre”, agregó el informe de la consultora conducida por el ex BCRA, Hernán Lacunza.

A pesar de las ventas –y de la caída en el precio de todos los activos que la componen–, las reservas subieron u$s 5 millones ayer hasta los u$s 35.025 millones, movimiento que en el mercado asignaron a un “dibujo” liso y llano.

Por otro lado, ayer el BCRA consiguió que los bancos colocaran $ 5.000 millones –1.000 de ellos de una sola entidad pública– en las Lebac con las que regula la masa monetaria, y retiró $ 760 millones de la plaza.

martes, 24 de septiembre de 2013

Hay alarma en el Gobierno K: Moreno no logra juntar dólares y crece la tensión en la plaza cambiaria

Ya pasaron ocho meses y el funcionario sumó u$s6.300 millones de los u$s12.000 millones que se había propuesto como superávit comercial para el año. Para peor, no puede frenar algunas importaciones, como las de energía y autopartes, por su impacto en la economía. Consecuencias



POR JUAN DIEGO WASILEVSKY

En los últimos años se había instalado la idea de que el Gobierno, más precisamente el secretario Guillermo Moreno, podía resolver todo con un par de llamados por teléfono. En especial, si se trataba del superávit comercial, es decir, el resultado entre exportaciones e importaciones. 

Con su manejo minucioso y personalizado, el funcionario se hizo fama de tener completamente bajo control el saldo de la balanza. Como si desde su despacho, pudiera regular con facilidad y a su antojo el intercambio comercial de la Argentina con sus decenas de socios.

De hecho, cada año que arrancaba, Moreno se ponía metas de superávit. Y lo cierto es que cada vez que se lo propuso, cumplió.

El poder de fuego del funcionario reside en que tiene la potestad de controlar todas y cada una de las operaciones de importación que realizan las empresas argentinas. De modo que "cajonear" una solicitud no le representa mayores inconvenientes.

El problema es que su influencia termina donde empiezan las necesidades de la administración K.
Así las cosas, en un año electoral como el actual, en el que es prioritario mostrar estadísticas positivas, resultaba muy tentador festejar récord de ventas de autos como una muestra de la solidez de la economía. Esto se tradujo en que el funcionario tuviera órdenes estrictas de no entorpecer el ingreso de autopartes.

Tampoco era viable que el Gobierno aceptara mansamente la posibilidad de que le estalle una crisis energética. La consecuencia de esto fueron importaciones de derivados de petróleo y gas en sus máximos históricos, para evitar así que haya mayores problemas en el suministro o faltantes de gasoil en las estaciones. De modo que, en este terreno, Moreno también quedó atado de manos.

Pero la influencia del secretario es menor aun en el plano exportador: con sus telefonazos no pudo obligar a que las cerealeras agilicen las ventas de granos, o que el mundo adquiera más productos con sello argentino, especialmente en momentos en que numerosas ramas de actividad se ven golpeadas por la pérdida de competitividad.

Así las cosas, con importaciones irremediablemente en alza y ventas al mundo desacelerándose, el saldo comercial está lejos de ser el que esperaba el Gobierno en el arranque del año.

En efecto: según datos oficiales, contabilizados ocho meses, el superávit apenas alcanzó los u$s6.300 millones, una cifra considerablemente baja y que representa una caída del 32% en relación a los u$s9.300 millones logrados en el mismo período del año pasado.

De este modo, al Gobierno se le está terminando el año y se le va alejando la posibilidad de superar la meta de u$s12.000 millones que se había propuesto el funcionario.

"Para este 2013 prevemos que el saldo se moverá en torno de los u$s8.500 millones, lo que significa cerca de u$s4.000 millones menos que el año pasado", sostuvo Mauricio Claverí, economista de Abeceb.

Ramiro Castiñeira, analista de Econométrica, coincidió en fijar el superávit en u$s8.500 millones, como consecuencia de "exportaciones que se han desacelerado notablemente, a una tasa del 5%, e importaciones que más que duplican ese nivel".

"La contracción del saldo comercial no es, ni más ni menos, que el resultado del agravamiento del déficit energético y de una economía afectada por el atraso cambiario, que lleva a que haya más estímulos para importar que para vender al mundo", acotó el experto.

De confirmarse un superávit del orden de los u$s8.500 millones, implicará un desplome de más del 30% respecto al año anterior y el peor nivel en toda la era kirchnerista.

Pero no sólo eso: este resultado "flojo", también dejará más debilitado a Moreno quien, por primera vez, no habrá podido cumplir con sus propias metas.

En definitiva, será el triunfo del mercado por sobre la política del cerrojo y de los telefonazos, lo que deja en evidencia las limitaciones de manejar el comercio exterior de un país en medio de tantas urgencias en el plano económico.

Un futuro menos optimista

Para 2014, los expertos son todavía menos optimistas: desde Abeceb pronostican que el superávit continuará reduciéndose para ubicarse en alrededor de u$s5.700 millones, una cifra que resultaría crítica en un contexto de tensión cambiaria, caída de reservas, y que recuerda a los magros niveles que dejaba el comercio exterior en tiempos del "1 a 1".


Según Claverí, "el Gobierno se está quedando sin margen de maniobra para revertir la tendencia. 

Y hay factores que pasarán a jugar más en contra, como el problema energético, dado que el déficit pasaría de los u$s6.600 millones que prevemos para este año a unos u$s10.000 millones para el 2014".

Según el experto, "ya se están analizando mayores importaciones de gasoil, fueloil y gas natural licuado para el año próximo y esta es una de las principales causas que explicarán una nueva caída del saldo comercial".

El hecho de que una de las últimas fuentes de divisas estadounidenses esté flaqueando, terminará confirmando las pocas chances que tiene el Banco Central de recomponer reservas.

Para Castiñeira, las mismas cerrarán el año en torno a los u$s35.000 millones, es decir, u$8.300 millones menos respecto del cierre de 2012.


"El año ya está jugado en materia de superávit y de reservas. No vemos probable que se pueda revertir la tendencia", alertó el analista.

De cara al año próximo, la pobre dinámica exportadora, también volverá a meter la cola en la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont: desde Econométrica estimaron que hacia fines de 2014 las reservas apenas superarán los u$s25.000 millones, una cifra que equivale a la mitad del pico histórico logrado a mediados de 2011.

En este contexto, Castiñeira marcó un punto no menor: el fracaso del plan Cedin.

"Con el plan de blanqueo, el Gobierno intentó tender un puente entre la cosecha actual y la de 2014, para garantizarse más dólares en momentos de escasez. Pero no le funcionó, dado que apenas superó los u$s100 millones, una cifra mínima en relación con los u$s4.000 millones que aspiraba captar", aseguró.

El campo no ayuda

Días atrás, luego de que se conociera la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), de posponer la quita de estímulos, la administración K respiró aliviada, dado que un dólar débil es sinónimo de monedas apreciadas -como el real brasileño- y de precios de materias primas fuertes.

Para Castiñeira, esto genera que el escenario próximo sea de menores urgencias, pero no por ello más "relajado".

En este sentido, el hecho de que no se prevea una fuerte devaluación en Brasil de cara al corto o mediano plazo, que ponga en mayor riesgo a la industria argentina, no evitará que el Ejecutivo siga con su plan de aceleración de la tasa de depreciación del peso.

"El Gobierno está sintiendo en carne propia los efectos del atraso cambiario. Por más que el real no se debilite, el plan seguirá siendo que el ritmo de deslizamiento del dólar acompañe al de la inflación", comentó Castiñeira.

En el plano de las materias primas, en tanto, el experto prevé que el nuevo contexto brinde algo de sostén a las cotizaciones, pero no ve posible una "súper soja" cercana a los u$s600 la tonelada, como sucedió en el pasado.

"Una oleaginosa tan fuerte fue el resultado de una coyuntura muy particular, principalmente por la sequía en América latina y la caída de los stocks mundiales, algo que no se vislumbra en la actualidad", resaltó.

Más pesimista se mostró el consultor Salvador Di Stéfano, especializado en agronegocios, quien aseguró que, pese a los anuncios de la Fed, la coyuntura no dará lugar a precios muy elevados.

"La crisis en Siria no explotó y, tras la cosecha en Estados Unidos, también se espera una excelente campaña en Brasil, con más de 90 millones de toneladas de soja. Todo esto le quitará presión a los precios de la oleaginosa", destacó el experto.

En el mercado de Chicago el cierre de la semana previa demostró que pesó más la perspectiva de una gran oferta futura de granos que el potencial escenario de un dólar débil. 

"Los futuros de soja cerraron en baja, ante ventas técnicas y la presión estacional por la inminente cosecha estadounidense", confirmaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

Así las cosas, la posición marzo 2014, que resulta clave, porque es cuando entra al mercado la cosecha argentina, tocó el viernes los u$s477 la tonelada, mientras que antes del anuncio de la Fed estaba más próxima a los u$s490.

Di Stéfano sostuvo que "el Gobierno ya no podrá vivir autofinanciándose con la soja, dado que su menor precio disminuirá el ingreso de dólares, al tiempo que impactará en la recaudación fiscal. Se viene un año difícil en materia de divisas".

En este contexto, un informe de la Cámara de Exportadores (CERA) estima que el año próximo, las ventas al mundo sumarán u$s84.800 millones, frente a importaciones que rozarán los u$s80.300 millones, lo que llevaría el saldo comercial a u$s4.500 millones.

Esta menor inyección de divisas, según Di Stéfano, "generará que el Gobierno intente, por todos los medios, cerrar las canillas por las cuales más dólares se le están fugando, como el turismo internacional o las importaciones de autos".

Entre los economistas también prevén consecuencias en el plano cambiario, derivadas de este menor ingreso de divisas, dado que el nivel de reservas del BCRA en función de la cantidad de pesos en circulación no hará más que meter una mayor presión al valor del blue.

Es decir que la menor oferta de dólares tendería a convalidar una mayor brecha entre la cotización del oficial y la del informal.

Pero tan preocupante como el menor poder de fuego del Banco Central, es el desgaste que está sufriendo en carne propia Guillermo Moreno, quien se había convertido en "garante" del superávit y que ahora no puede mostrarle buenos números a la Presidenta.

Justo él, que durante años se había jactado de que manejaba "de taquito" algo tan complejo como es la relación comercial de un país con el resto del mundo. 

lunes, 23 de septiembre de 2013

El dólar de convertibilidad pasó a ser más alto que el precio del blue

Este tipo de cambio de equilibrio surge de comparar la base monetaria respecto a las reservas internacionales que posee el Banco Central 



De acuerdo a un comunicado del Banco Central de la República Argentina, respecto a los saldos de la entidad al 13 de septiembre, como último dato disponible, se registra un nivel actual de base monetaria de 332.781 pesos.

Si se compara este número con el stock de reservas que posee a la fecha la entidad dirigida por Mercedes Marcó del Pont (u$s35.042 millones), surge que el tipo de cambio de equilibrio para volver a una cobertura del 100% entre ambas variables es de 9,50 pesos.

Esta cifra se ubica 9 centavos más arriba que el precio del dólar blue o informal, que se comercializó este viernes a $9,41.

También es un monto superior respecto al valor de la transacción de contado con liquidación, aquella operación para obtener dólares a través de la bolsa de comercio mediante la compra-venta de acciones y bonos que cotizan tanto a nivel local como en una plaza internacional. La misma se ubicó en 9,22 pesos por billete estadounidense.

Cabe recordar que hace ya más de dos años que el Gobierno decidió sepultar los últimos vestigios de la ley de Convertibilidad creada por Domingo Cavallo, es decir, la obligación de que las reservas estén cubiertas en un 100% por la base monetaria.

Hoy esa relación apenas llega al 60%, donde cada vez hay más pesos en relación con el stock de divisas del Central. De hecho, el 12 de septiembre pasado perdió un neto de u$s1.352 millones en tan solo ese día por el pago del vencimiento del Bonar VII a los tenedores de este bono. 

Desde comienzos de año las reservas internacionales del Banco Central cayeron por un total de más u$s8 mil millones, duplicando en algo más de siete meses el descenso registrado a lo largo de todo 2012, que fue de u$s3.085 millones.

Para la titular del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof,comparar la base monetaria con reservas es un enfoque "monetarista", que obedece a una mirada económica de los 90. De la misma manera, consideran que la caída de reservas es justificada porque se utiliza para pagar deuda, mientras que el crecimiento en la cantidad de dinero en la economía no es inflacionario.

Sin embargo, el seguimiento de cómo evolucionan la base monetaria y las reservas ha resultado ser la mejor predicción de lo que sucederá con el dólar que se opera en las cuevas.

Es evidente que los inversores tienen en cuenta como referencia esta la evolución de ambas variables para estimar a cuánto debería cotizar el dólar paralelo.

Hasta el momento siempre fue así ya que, por ejemplo, a fines de 2012, la relación de base y reservas marcaba un tipo de cambio de equilibrio de $6,74, mientras que el "billete verde" en las cuevas había cerrado a $6,80, una diferencia ínfima.

Hace unos días atrás un informe del economista Miguel Bein remarcó el problema del gran "atraso cambiario que, si bien no gatilla una corrida contra el dólar en un mercado oficial donde está prohibido el atesoramiento, sí estimula la demanda de importados al 'dólar oficial' generando una presión adicional sobre el sendero de caída en las reservas derivado de las cancelaciones totales de la deuda en dólares, en un contexto donde las exportaciones van a crecer poco", explicó Bein.

Pero que fundamentalmente "genera problemas de competitividad en no pocos sectores de la economía, en particular en la industria y las economías regionales".

Resolver esto, "no resulta fácil, y mucho menos sin pagar costo políticos. Acelerar la pauta de devaluación oficial (algo que se empezó a hacer en los últimos dos meses) y/o empezar a corregir la distorsión tarifaria luce necesario aunque evidentemente tiene impactos directos sobre la tasa inflación y el nivel de actividad; mayores o menores dependiendo de la capacidad de manejo de la puja distributiva", completó el relevamiento de Bein.

"Dicho en criollo, empezar a resolver la estructura de precios relativos implica bajar el salario en dólares y en términos de tarifas de los servicios públicos, y por ende condiciona el crecimiento".
Según el informe de Bein, esto requiere primero reconocer el problema, instituir un ancla estadística (aprovechar la salida que da el FMI para sincerar INDEC), volver a establecer algún ancla monetaria (una tasa de interés del ahorro en pesos más alta y más cercana a la tasa de inflación), alguna vuelta más al encarecimiento del turismo (vía menos crédito y/o más impuestos), un firme manejo de la puja distributiva y, fundamentalmente, el inicio del desarme de la montaña de subsidios que hoy representan casi 5% del PIB.

De esta manera, se aprovecha el aire fiscal resultante para mejorar el tipo de cambio de los sectores exportadores vía una baja de retenciones y una menor necesidad de financiamiento directo del fisco o, lo que es lo mismo, una moderación del impuesto inflacionario.

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Qué opciones existen en el mercado para conseguir dólares "legales"?

Una vez que se canceló totalmente el Bonar VII y ante el estruendoso fracaso del Cedin, que no llegó a cotizar nunca, las alternativas son limitada



Después de un par de semanas en las que prácticamente no hubo variaciones, el martes comenzó a moverse el dólar blue.

Aunque pegó un salto a mediados de la jornada, terminó levemente por encima del día anterior a $9,33, y si bien no se esperan fuertes presiones en lo inmediato, hay otro aspecto que preocupa al mercado: la escasez de alternativas a la compra de dólares billete.

Hasta 2012, este rol lo había cumplido el Boden 2012. Los inversores que buscaban divisas podían optar por comprar este bono en pesos y luego hacerse de los dólares al vencimiento. El último pago que efectuó el Gobierno fue en agosto de ese año.

Luego, el Bonar VII asumió este rol en la búsqueda de la dolarización. Se volvió mucho más relevante en los últimos 60 días, ya que el precio implícito de este título se ubicaba por debajo del precio del blue, según Ambito Financiero.

El interés de muchos inversores por comprarlo a un precio relativamente bajo y conseguir dólares a los pocos días quedó reflejado en el volumen, ya que en los últimos días antes del vencimiento final (el 12 de septiembre) llegó a mover más de $150 millones, producto de más de 1.000 operaciones. 

Ese nivel de negocios reflejaba, por otro lado, la avidez del mercado por hacerse de dólares billete. Claro que como la demanda se concentró en el Bonar VII, significó menor presión sobre el dólar en el mercado paralelo.

El problema es que ahora el mercado bursátil se quedó prácticamente sin alternativas para conseguir dólares a través del mercado formal. Por orden "informal" de Guillermo Moreno, se suspendió la operatoria conocida como "dólar MEP", que consistía en comprar bonos en pesos para luego canjearlos por su versión nominada en dólares.

El círculo se cerraba con la venta de estos títulos y los dólares depositados en la caja de ahorro del inversor. Sin mayores explicaciones, el secretario de Comercio Interior decidió suspender la operatoria.

En realidad, la apuesta que tenía Moreno para bajarle presión al dólar en las cuevas pasaba por la aparición del CEDIN y su cotización en el mercado bursátil. Como este certificado producto del blanqueo puede utilizarse para operaciones inmobiliarias y así acceder a los dólares, la intención era que reemplazara la compra directa de divisas.

Sin embargo, a dos meses y medio, el resultado es muy pobre: apenas se suscribieron $111 millones de este producto y nunca llegó a cotizar en Bolsa. La expectativa es que antes de fin de mes aumenten las suscripciones, ya que el 30 de septiembre vence el plazo del blanqueo, aunque no se descarta que el Gobierno decida una prórroga.

¿Qué opciones quedan en el mercado para dolarizarse? Hay algunas alternativas para comprar en pesos y luego ir cobrando dólares. El Boden 2015, el Global 2017 o el Discount, por ejemplo, pagan intereses semestrales en divisas. Sin embargo, el único vencimiento de capital que hay por delante es el del Boden que vence en octubre de 2015, pocos días antes de la elección presidencial.

La otra opción es el Cupón PBI, cuyo próximo pago "gatilla" en diciembre de 2014, siempre y cuando la actividad económica crezca por encima del 3,21% este año. Sin embargo, se trata de una alternativa "imperfecta", ya que faltaría más de un año para cobrar y aún subsisten algunas incógnitas sobre el nivel de expansión que finalmente informará el INDEC, concluye el matutino.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Prevén que la inflación llegará a 29% en 2014



Por Martín Kanenguiser | LA NACION

Lejos, muy lejos de las estadísticas oficiales vertidas en el presupuesto la semana pasada, los analistas privados afirmaron ayer que en 2014 la inflación será del 29,1% y que el crecimiento rondará el 3,7 por ciento.

Los datos publicados por FocusEconomics en su página web www.focus-economics.com se integran sobre la base del relevamiento entre bancos y consultoras nacionales y extranjeras. 

En el informe de LatinFocus se indica que los analistas prevén una suba de los precios del 26,1% este año y del 29,1% el próximo.

Sin embargo, hay diferencias entre los analistas consultados con relación al año próximo, porque algunos estiran hasta el 35% su pronóstico de inflación, mientras que otros la reducen hasta el 24 por ciento.

Así, la perspectiva difiere en forma notable de las perspectivas oficiales volcadas en el presupuesto, que se ubicaron en 10,3% para este año y 10,4% para el próximo.

Aunque en 2014 empezaría a probarse el nuevo IPC nacional -que está siendo negociado con el FMI-, no se espera que esa cifra difiera demasiado de la actual -y muy cuestionada- cifra del IPC metropolitano, que representa un tercio del resultado obtenido por las provincias.


En cuanto a las perspectivas de crecimiento, el consenso de los analistas se ubica para 2014 en el 2,5%, muy lejos del 6,2% colocado por el Gobierno en el presupuesto, aunque por encima del 3,2% que dispararía el pago del cupón del PBI en diciembre del año próximo.

Allí también existen enormes diferencias entre los distintos actores consultados: mientras el estudio Bein proyecta un 0%, Empiria menciona un 4,1% (aunque en este caso se trataría de imaginar cuál es el número que definirá el Indec). En el medio, el banco Bradesco mencionó un 2,8%; HSBC, el 1%, y JP Morgan ,el 1,5%. El FMI, en tanto, calculó que la economía crecerá 3,5 por ciento.

Una calificada fuente del sistema financiero expresó su desconfianza por la cifra colocada en el presupuesto, al afirmar que el Gobierno podría "pinchar" en unos meses más el 5,1% colocado como meta para este año, para ahorrarse el pago de US$ 5000 millones en diciembre del año próximo. "No hay incentivo a pagar el cupón, porque es el equivalente al 25 por ciento de las reservas líquidas", indicó a LA NACION. Cuando se conozca la cifra oficial del tercer trimestre (después de las elecciones del 27 de octubre), se sabrá si es posible cambiar esta cifra, que, según el Indec, fue del 5,1% para el primer semestre.

Los analistas prevén además que en 2014 el consumo crezca el 2,6% (frente al 5,7% incluido en el presupuesto) y que la inversión aumente el 2,5% (frente al 8,5% del Ministerio de Economía), mientras que el balance fiscal exhibiría un déficit del 2,5% (para el Gobierno habrá superávit del 0,1%). En la balanza comercial, creen que las exportaciones crecerán 3,6% (9,2% del Indec) y las importaciones 3,8% (8,6%).

Para fines del año próximo, estiman que el tipo de cambio oficial estará en $ 7,62, aunque no hay ninguna explicación sobre el rumbo que tomará la política cambiaria luego de las elecciones del mes próximo.

En este sentido, los analistas se dividen entre aquellos que piensan que el Gobierno formalizará el desdoblamiento del tipo de cambio para mejorar la competitividad de las exportaciones argentinas y otros que creen que sólo habrá un "desdoblamiento fiscal". Este paso consistiría en aumentar el impuesto que cobra la AFIP para los gastos en turismo y bajar las retenciones para los productos de algunas economías regionales que sufren en forma brutal el atraso cambiario actual.

La fuente consultada por LA NACION cree que lo que no es posible es mantener el esquema híbrido actual, con alta inflación y pérdida de divisas pese al cepo cambiario.

En particular, afirmó que es riesgoso que el mercado haya empezado a examinar en forma tan detallada la evolución del nivel de reservas, que, del pico de US$ 52.000 millones alcanzado en 2010, cerró ayer en US$ 35.101 millones. En un informe, el Bank of America consideró que, dada esta constante fuga, "la posibilidad de mayores controles de capitales y cambiarios luego de las elecciones se incrementó".

El banco de Wall Street estimó que el tipo de cambio de equilibrio debería ubicarse en $ 6,5 y también mencionó que existen dos caminos tras los comicios legislativos: acelerar más la tasa de devaluación (lo que podría agudizar la inflación) o desdoblar formalmente el mercado cambiario, lo que podría otorgarle algo más de oxígeno al Gobierno.

MÁS CERCA DEL "DEFAULT TÉCNICO"

La Argentina "está en riesgo de caer en un default técnico", sostuvo FocusEconomics en este informe, en referencia a la causa judicial que el Gobierno ya perdió en dos instancias y que la Corte Suprema de EE.UU. analizará el 30 de este mes..


martes, 17 de septiembre de 2013

Uno acelera pero el otro se aleja más: dólar oficial y blue, en vertiginosa carrera con peligroso final

El Gobierno devalúa el peso a una tasa impensada tiempo atrás. Aun así la brecha cambiaria no se achica. ¿Es que al subir uno más de prisa le imprime mayor velocidad al paralelo? Analistas explican este nuevo escenario y cuáles son las causas que empujan al alza a ambas cotizaciones



POR RUBÉN RAMALLO

Hay momentos en los que un gobierno, obligado por las circunstancias, tiene que tomar decisiones que van en contra de los lineamientos que durante años dijo defender.

Esto mismo parece ser lo que está sucediendo con el manejo del dólar en la Argentina.

Por un lado, el Ejecutivo critica a los empresarios que propician una corrección cambiaria. Y hasta llegó a afirmar de manera categórica que "aquellos que buscan una devaluación deberán esperar a otro Gobierno".

Pero, por otro, eso que reprocha es lo que mismo que está haciendo. Tal es así, que el tipo de cambio oficial ha venido subiendo en estos últimos meses a tasas que cómodamente superaron el 30 por ciento.

Ancla se busca
Tiempo atrás, la administración K utilizaba al dólar como "ancla anti-inflacionaria".

Es decir, no lo hacía subir tan de prisa bajo el argumento de que la "misión" del billete verde era la de evitar que el índice inflacionario se dispare aun más.

¿Cuál era su razonamiento al defender esta política? Que los insumos importados tienen una elevada participación en la cadena de producción, de modo tal que si se contenía el tipo de cambio esto iba a atenuar la suba de precios.

Para cumplimentar esta idea, durante un buen tiempo -y hasta los primeros meses de este año- el dólar fue subiendo muy por debajo de la inflación, lo que fue acentuando el atraso cambiario y dejando en evidencia mayores problemas de competitividad a la hora de tener que vender productos argentinos al mundo.

Por cierto, ahora el contexto global cambió y estas cuestiones ya no serán tan fáciles de corregir.

"La inflación le terminó marcando la cancha y poniéndole un piso a la devaluación", afirma el economista Tomas Bulat.

Ahora el Gobierno -en un sorprendente giro y urgido por recuperar algo del terreno perdido- está haciendo lo opuesto a lo que señalaba en sus lineamientos de otros años: el dólar dejó de ser un "ancla" para contener precios y ahora acelera incluso por encima de la suba de la inflación.

Círculo vicioso
Claro que todos estos cambios -que muestran que el relato oficial va por un lado y la realidad por otra- también son producto de otras cuestiones vinculadas con lo que está ocurriendo más allá de las fronteras.

Una de ellas es el fuerte proceso devaluatorio que están experimentando las monedas de la región, consecuencia de un dólar que comienza su proceso de fortalecimiento en el mundo.

Es que la Economía de Estados Unidos se recupera -junto a ella su moneda- lo que hace que los inversores se dolaricen y emigren capitales de la región.

A modo de ejemplo, el peso uruguayo y el real brasileño muestran depreciaciones del orden del 15% y 12%, lo cual le mete más presión al gobierno argentino.

Así las cosas, la administración K ahora tiene que hacer subir al dólar más de prisa para cumplir con dos premisas a la vez:

Tiene que superar a la inflación local (para lograr una devaluación real y no nominal).
Tiene que acompañar el proceso devaluatorio que se está dando en el "vecindario".

Todo un dilema para un Gobierno que ahora quiere acelerar el dólar a fondo -a tasas impensadas meses atrás- pero que ve que no le alcanza, porque la alta inflación licúa dicha devaluación.

"No hay que olvidarse lo que ocurre con las otras monedas en América latina, que se depreciaron en términos reales y no nominales, ya que los países tienen menos inflación", manifiesta Bulat.

"Como consecuencia -agrega- la Argentina ahora se ve obligada a realizar una fuerte corrección cambiaria para no quedarse atrás".

Así las cosas, el ritmo de deslizamiento del dólar en la Argentina pasó del orden del 17% (hasta abril pasado) al 20% en mayo, 27% en junio, 30% en julio y 40% en agosto, para moderarse parcialmente en septiembre en 24%. 

Es decir, a un ritmo que en varios meses sobrepasó a la inflación. 


"Es previsible que el Gobierno no solo mantendrá el actual ritmo de devaluación actual sino que incluso va a acelerarlo", afirma Bulat.

"El gran problema -añade- es que, al emitir para cubrir el rojo fiscal, la inflación también se acelera. Esto, a su vez, lo obliga a tener que subir más al dólar. Al elevarse ambos, la administración kirchnerista no logra entonces que se dé una fuerte devaluación real. Es casi como un círculo vicioso", señala el analista.

Carlos Melconian se expresa en igual sentido: "El gran inconveniente de fondo es que sobran pesos y faltan dólares".

"La gran falencia de la economía es que el déficit obliga al Gobierno a emitir y parte de esa emisión se va al blue, lo que le inyecta más presión al mercado cambiario", destaca el economista.

Dólar oficial sube, ¿empuja al paralelo?
Uno de los grandes interrogantes que se presentaba tiempo atrás era si el Gobierno, al acelerar la suba del dólar oficial iba a poder acortar la brecha con el blue o si, por el contrario, cuanta más velocidad le imprimiera más se iba a ir corriendo el billete informal, manteniendo la distancia.

La realidad empieza a dar algunas pistas de que, al menos hasta ahora, ha venido ocurriendo lo segundo.

Esto puede visualizarse en el siguiente gráfico, en el que se observa que la tendencia es a que la brecha se mantenga o incluso amplíe: pasó de un nivel promedio del 45/50% a principios de julio, al 60/65% actual.

En buen romance, parecería que hasta que no se llegue a un valor que el mercado considere "razonable" para el tipo de cambio oficial, se da el hecho de que el Gobierno más lo aumenta y más se desplaza el blue.

Como que hay cierta "resistencia" a que se logre acortar la brecha.


Claro que los inversores no sólo miran el tipo de cambio oficial, sino además la cantidad de pesos "dando vueltas" en la economía y el nivel de reservas.

Para establecer una referencia de cuál debería ser el precio teórico del billete verde, dividen el total de moneda local por dichas reservas para así llegar a una cifra orientativa que, en la jerga, se la conoce como dólar de convertibilidad.

No está escrito, pero lo cierto es que desde hace ya varios meses el precio del billete informal se viene ubicando muy cerca de ese valor teórico.


"El blue depende de la base monetaria, reservas y de la devaluación oficial. Y siempre va subiendo de a escalones", afirma Bulat.

El analista Diego Giacomini, de Economía & Regiones, plantea su punto de vista sobre por qué el gap entre cotizaciones no se achica.

"El dólar paralelo y la brecha son la demostración de que los problemas de fondo siguen sin solucionarse, pese a que el Gobierno ahora esté acelerando la suba del oficial". Y menciona entre esos desajustes al rojo fiscal, la caída de reservas y la alta emisión.

Al igual que Melconian, Bulat destaca que cuando en la economía hay muchos pesos y pocos dólares se generan más inflación y más devaluación. "Esto, hasta que no haya un plan inflacionario no va a cambiar", opina.

En igual sentido, Nicolás Dujovne, ex economista jefe del Banco Galicia, sostiene que "lo que hace subir el precio del blue es el ritmo de emisión".

Sobre esto hay consenso entre los economistas respecto a que la evolución del billete informal dependerá de cuánto el Gobierno use la maquinita de imprimir billetes para financiar gasto público y rojo fiscal más allá del valor del oficial.

Según Giacomini, "a un país que hace crecer su dinero en circulación a un 36% anual le es imposible tener inflación de un dígito. Y, con caída de reservas, lograr que el tipo de cambio suba de a poco".

"A mediano plazo, esta política se traducirá en peores resultados en términos de crecimiento, generación de empleo, inflación y estabilidad", sostiene.

Para el economista Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, "el problema que tiene el Gobierno es que se ve obligado a debilitar el peso más de prisa, al tiempo que se le complica comprar dólares".

Según este analista, "incrementar el ritmo de depreciación sin un plan integral orientado a resolver los otros problemas incide negativamente, pues puede forzar la suba de los precios".

Por lo pronto, la maquinita de imprimir pesos sigue operando a plena capacidad en un contexto en el que los argentinos quieren menos moneda local y más dólares.

Esto se observa claramente en los distintos mercados: el sojero retiene su producción (que la ve como un activo dolarizado), la clase media viaja y compra autos importados y los inversores de la plaza financiera recurren a cualquier tipo de bonos verdes.

El futuro del blue
En general, los analistas consultados por iProfesional coinciden en señalar que si la emisión monetaria sigue al ritmo actual y las reservas no recuperan terreno, el blue rondará los $11 hacia fin de año.

En tanto, el oficial superará aquella meta de los $6 que anunciara Guillermo Moreno a principios de 2013, y terminará entre los $6,25 y $6,40.

Para Bulat, el informal se ubicará entre los $10 y los $11 para diciembre, muy cerca del llamado "dólar de convertibilidad" (ver nota: El blue, protagonista: su escapada valida a quienes usan como referencia al "dólar de convertibilidad").

Por su parte, el analista Salvador Di Stéfano, que lo ubica en los $11,50 para finales de año.

"El blue evoluciona de acuerdo con lo que el mercado cree que es la verdadera depreciación del peso. Es por eso que hoy no puede estar por debajo de los $9", remarca el analista Aldo Abram.

Claro que a los cálculos teóricos que puedan realizar analistas sobre el devenir del billete informal, el mercado suma el "factor incertidumbre" propio del contexto pre-electoral. En este sentido, existe un abanico muy amplio de especulaciones sobre qué medidas tomará el Gobierno luego de octubre.

"Hoy prevalece la sensación de que llegarán varias medidas luego de los comicios, porque la gente percibe que la economía no está funcionando bien y las iniciativas que se trataron de implementar, como el blanqueo y el plan Cedin, fracasaron", remarca un importante banquero que pidió reserva de identidad.

Por lo pronto, con las cuentas en orden -es decir sin déficit, un Banco Central juntando dólares, emisión moderada e inflación en baja- la suba del billete verde oficial redundaría en un acortamiento de la brecha cambiaria.

Pero, en el actual contexto -en el que nada de lo anterior se cumple- el informal sigue mirando por el espejito retrovisor cómo su colega, aun haciendo un denodado esfuerzo y pisando el acelerador, no logra achicar distancias.

Nace el dólar camión: transportistas argentinos traen divisas desde Uruguay



Mientras muchos argentinos buscan ir a Uruguay con sus tarjetas de crédito para poder sacar algunos dólares de los cajeros automáticos orientales, los transportistas argentinos que hacen tránsito internacional a país vecino parecen haber encontrado una nueva herramienta para hacerse de los billetes norteamericanos. Lograron que sus clientes les paguen en Uruguay en dólares y en efectivo y, a cambio, ofrecen rebajas de hasta 20% en los costos de sus servicios de flete.

La ventaja para los transportistas argentinos parece ser bastante simple. Ayer, la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo alcanzaba al 61% ($ 5,73 contra $ 9,30), lo que les permite obtener una diferencia a favor de 41%. La noticia fue anticipada ayer por el diario uruguayo El País y confirmada a El Cronista por Humberto Perrone, gerente de la Intergremial de Transporte Profesional de Carga de Uruguay (ITPC). El empresario sostuvo que “desde hace varios meses recibimos quejas de este tipo de actividad por parte de las compañías de transporte argentinas”. En diálogo telefónico desde Montevideo, agregó que “el problema que se generó es que nuestras compañías están perdiendo competitividad por esto”.

Según la ITPC, en Uruguay hay algo más de 300 empresas de transporte de carga de larga distancia, que en total tienen algo más de 2.000 camiones. 

La contracara argentina es la Asociación de Transportistas Argentinos de Carga Internacional (Ataci) compuesta por 35 compañías de las cuales 20 ofrecen sus servicios de logística entre Argentina y Uruguay.

En este sentido, voceros de las cámaras argentinas aseguraron que se encontraban analizando una respuesta común.

“No todos los dadores de carga eligen a las empresas argentinas ya que algunos se quedan con las uruguayas porque necesitan otro tipo de servicio a la hora de la entrega. Pero para una empresa que busca precio porque realiza varios viajes, sin dudas va a recurrir a las que ofrecen un descuento, lo que nos está generando un serio problema de competitividad”, se quejó Perrone.

Actualmente, el precio de un flete promedio entre ambos países depende de la carga y las distancias, pero se ubica en los u$s 1.000. “A esto se le suma que nosotros tenemos costos más altos como el gasoil que en Uruguay cuesta u$s 1,75 el litro y no tenemos subsidios”, añadió Perrone. En la Argentina, el gasoil en las estaciones de YPF cotiza a u$s 1,13 el litro.

Además, según explicó el directivo de la ITPC, los transportistas no pueden hacer lo mismo que sus pares argentinos. Es decir, cobrar en dólares y cambiarlos en el mercado paralelo “porque a nosotros nos pagan vía transferencia bancaria”.

En este sentido, el empresario argumentó que “así es imposible” competir. Y frente a esta amenaza, Perrone reconoció a este diario que ya hicieron una presentación ante el Ministerio de Economía de Uruguay para que tome cartas en el asunto. “Ya hicimos la presentación, ahora son las autoridades las que tiene que definir los pasos a seguir pero una opción sería que también se haga vía transferencia”, advirtió.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Para el mercado, el dólar blue seguirá "subsidiado" por Moreno hasta las elecciones

Los operadores del paralelo calculan que si no fuera por la presión oficial el billete estadounidense ya superaría los $ 10


por Mariano Gorodisch
El precio actual del billete está “intervenido” por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que presiona a las mesas para que operen sólo lo mínimo indispensable. Por lo tanto, no ven esa cifra como el valor real del dólar blue.

El temor lógico es que, si dejan de controlar a las financieras, el billete se dispare por arriba de los $ 10, y no quieren generar ningún tipo de ruido para antes de las elecciones.

¿Cómo está operando hoy el blue mayorista? “Sale una sola orden grande de billetes, por alrededor de u$s 4 millones y, cuando se acaba ese dinero, el mercado murió. No hay más tomadores”, revela un cuevero.

“Hoy hay mucha presión y el mercado está parado: cuando los grandes vuelvan a trabajar a pleno, el billete supera los $ 10 enseguida”, pronostica.

Un colega suyo vaticina que el Gobierno hará todo lo posible por mantener al dólar por abajo de los $ 10 hasta las elecciones de fin de octubre: “Podrá subir o bajar $ 0,20, a lo sumo $ 0,50, pero hará controles estrictos para no generar pánico con un dólar Messi de $ 10. De hecho, por estos días se pudo ver por Florida y Lavalle a uniformados de Prefectura con inspectores de bancos para ahuyentar a los arbolitos, que al verlos se fueron disparando a tomar café a los bares cercanos”.

Incluso, hay una nueva realidad en la City “intervenida”: antes, cuanto mayor era el monto a cambiar, mejor precio se podía negociar. Ahora, en cambio, el panorama es el contrario. Por mayor cantidad, hay quienes cobran un plus de $ 0,10, cuando antes le mejoraban ese precio. “No hay billetes, hay que salir a buscarlos a diferentes mesas, entonces tenés que cobrarle un plus al cliente. Y entonces se demora más en poder conseguirlos. Hay un tiempo de espera de al menos dos horas, porque las financieras después no tienen donde cubrirse y nadie se quiere quedar vendida, con pesos encima sin tener donde colocarlos”, advierten.

viernes, 13 de septiembre de 2013

El blue y las tasas crean nuevas recetas para ganarle a la inflación

LA SUBA DE PRECIOS RELEVADA POR EL CONGRESO ES DEL 25,2%

Los préstamos online, los lanzamientos cubiertos en la bolsa, las acciones argentinas y bonos en dólares repuntaron en lo que va del año ayudados por la brecha


VERONICA DALTO Buenos Aires
La ampliación de la brecha cambiaria y la suba de las tasas de interés generaron oportunidades de inversión para los ahorristas que le ganan a la inflación que calculan las consultoras privadas, del 25,2%, según relevó el Congreso: un prestamista online de préstamos, lanzamientos cubiertos en la bolsa o acciones argentinas y bonos en dólares.

El Merval ya ganó 54% en lo que va del año impulsado por la brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y el paralelo.

Sube el contado con liquidación, derrama en los ADR y después en el resto del mercado”, indicó un operador que prefirió no ser nombrado. “También, los bonos en dólares, como el Boden 15 o Bonar X”.

Así fue como los fondos comunes de inversión para minoristas que invierten en acciones obtuvieron entre un 52 a 69% de rendimiento en lo que va del año. “Parte no es genuino porque a las acciones no les fue bárbaro por fundamentales, sino por la brecha cambiaria”, agregó el operador.

Pero hay una forma de operar en la bolsa y ganarle a la inflación sin depender de la brecha: a través de lanzamientos cubiertos que rinden entre 35 y 40%.

Según explicó el economista jefe de Inversor Global, Diego Martínez Burzaco, las personas pueden comprar alguna de las acciones con opciones más líquidas, como Galicia, Tenaris o YPF, y vender simultáneamente una opción de compra (call).

El inversor recibe una prima que disminuye el precio de compra de la acción y se compromete a vender a un precio más alto a un determinado plazo. Al vencimiento de la opción, la diferencia anualizada por vender la acción le habrá permitido superar a la inflación.

Siguiendo a las tasas
Otro caso es el fideicomiso de préstamos personales online que administra Afluenta, cuyo rendimiento en agosto fue del 33,8% anual. Se trata de una plataforma que administra unos $ 4,8 millones en préstamos, al reunir de un lado a personas que necesitan un crédito –de 5 a 30 mil pesos por 12 a 36 meses– y del otro a inversores que buscan un rendimiento.

El inversor consigue ganarle a la inflación por prestarle personas una tasa nominal anual menor a la que cobran los bancos, del 33,5 al 38%, que se convierte en un 53 a 55% de costo financiero total. “No tenemos costos fijos altos, por lo tanto el rendimiento queda en manos del inversor”, dijo Laura Cerioni, de Afluenta.

La inversión –inicial, de $5.000 a $ 100.000 y adicionales de $ 3.000– se diversifica en cientos de solicitudes, ya que cada crédito es fondeado por al menos 20 inversores. Y luego entre el 30 al 40% de los inversores reinvierten el retorno de sus cuotas. La forma de rescate es subastando las participaciones de los créditos entre el resto de los inversores.

Dólar azafata: Compran billetes a $ 7,32 en casas de cambio del exterior y con tarjeta


Pilotos y azafatas aprovechan sus cortas estadías en Europa para comprar dólares baratos. Van a casas de cambio que les dejan adquirir divisas con tarjeta de crédito y les cobran un adicional del 8%, que si se le suma al recargo del 20% de AFIP arroja una cotización de $ 7,32. Las casas de cambio de los aeropuertos son más caras: imponen un plus del 13%, lo que termina dando un dólar de $ 7,61


        
MARIANO GORODISCH Buenos Aires

“Me había ido a los Estados Unidos y, al sacar dólares en el cajero, te dan todos billetes de u$s 20. A mi regreso, cuando los quise cambiar acá en el mercado negro por pesos, me ofrecían $ 0,20 menos porque se trataba de billetes chicos. No acepté y, cuando me fui otra vez de viaje, esta vez a Barcelona, me los llevé todos a una casa de cambio para que me dieran billetes de u$s 100. Ahí reconocieron mi acento argentino y me ofrecieron darme euros, que los podía adquirir con tarjeta de crédito, con un adicional del 8%. Negocio redondo: con el recargo del 20% de AFIP y todo, te da un dólar de $ 7,32. Me dijeron que los hacían mucho los pilotos y las azafatas argentinas, al punto que ya tienen a varios de ellos como clientes frecuentes”, cuenta Roberto. Las casas de cambio de los aeropuertos españoles se avivaron y cobran un plus un poco más caro. En el de Barajas, por ejemplo, piden un 13% más por el cambio de billetes con tarjeta de crédito, lo que termina dando un dólar de $ 7,61, mucho más barato que los $ 9,27 que finalizó ayer el blue en las mesas y que los $ 9,50 del dólar green que comercializan los arbolitos de Florida. Otro de los mecanismos utilizados para conseguir dólares on sale es el relatado por Cristian: “Me fui a los Estados Unidos y me compré de todo, aunque después no me traje casi nada, ya que la mayoría de las cosas las devolví y me dieron los dólares cash, que es mucho mejor”, admite Cristian, que se trajo más billetes de los que se llevó de viaje.


No se trata de un caso aislado. Al igual que él, cada vez son más los argentinos que hacen uso de la viveza criolla para poder traerse dólares a menos de $ 7, que es el equivalente al oficial más el recargo del 20% de la AFIP. Incluso, para quienes después lo pueden descontar por ganancias o bienes personales, terminan adquiriendo billetes a $ 5,72.


La principal estrategia que llevan a cabo es ir a grandes tiendas de Miami, comprar indumentaria y todo tipo de artículos electrónicos que les sirvan o que, en su defecto, luego puedan revenderlos en nuestro país. Al día siguiente, recurren al sector de atención al cliente del comercio con la factura en mano y piden la devolución: “Te dan el cash de inmediato, sin siquiera preguntarte cuál fue el problema que tuviste. Yo hice algunas compras y otras las hizo mi mujer, de modo de disimular y que no vaya siempre el mismo. Lo que tenés que tener cuidado es que algunas tiendas te lo acreditan directo en la tarjeta, lo que no te sirve, por lo que hay que averiguar bien los detalles antes de hacerlo”, alterta Cristian.


Florencia revela otra de las fórmulas utilizadas: “Hacés una compra de un curso de computación con la tarjeta de crédito a una empresa radicada en Belice (alto paraiso fiscal). Te cobran u$s 1.220 (a principios de año estaba en u$s 1.165, pero con la suba del blue aumentó), a vos te dan u$s 1.000 en mano y se quedan con el diferencial de los u$s 220. Por lo tanto, con el recargo del 20% y todo, te da un dólar PC de $ 8,13. El tope de esto es el límite que tengas en tu tarjeta para gastar. Yo tengo $ 25.000, así que lo podría hacer tres veces al mes”.

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