martes, 6 de noviembre de 2012

Inversores ya pagan un récord de $ 7 para conseguir dólares en el exterior

El denominado “contado con liquidación” llegó a precios máximos históricos. La incertidumbre sigue golpeando al mercado. Los bonos subieron hasta 4% porque los ahorristas compran aquí y venden en el exterior para hacerse de divisas. De ahí el monto récord negociado en títulos en la Bolsa. Pocos esperan que hayan más operaciones a estos precios. Seguirá el malhumor



La avidez de los inversores por cubrir sus ahorros y excedentes, en un contexto claramente negativo por la pesificación de deudas y el fallo en EE.UU. a favor de los fondos buitre, volvió a disparar la cotización del denominado “contado con liquidación”, esto es, el precio que hoy se paga por hacerse de dólares en el exterior y sortear las restricciones cambiarias.


Los inversores convalidaron ayer un tipo de cambio de $ 7 (récord histórico) para cambiar sus pesos por dólares y depositarlos en el exterior. Esta operatoria, que es completamente legal y queda registrada, se realiza comprando en pesos activos como bonos y acciones locales que tengan cotización simultánea en el exterior. Luego de la compra, por normativa de la CNV, se debe tener por lo menos hasta 72hs esas inversiones en cartera (y en la Argentina) para luego poder venderlas en Nueva York.


La operación involucra un riesgo cambiario que el ahorrista toma con tal de poder dolarizarse y cubrir su dinero lejos de las inestables reglas oficiales. “Subió este dólar pero con pocas operaciones. No son tantos los que quieren pagar estos precios y muchas operaciones grandes se están cayendo. Pero lo cierto es que el panorama es desolador y el rebote de los bonos de estos días es sólo para fugar capitales”, explicaba el ejecutivo de una mesa de dinero.


El comentario viene a cuento de que los bonos del tramo medio de la curva en dólares (en Buenos Aires) ayer volvieron a subir hasta 2,5%. Según consigna la casa de bolsa Rava, se asistió ayer a un volumen récord en bonos y cupones en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Lo realizado por este segmento alcanzó el monto más alto del año en la BCBA con $ 472,9 millones. Esto contrasta con los $ 22 millones que operan intrascendentemente las acciones.


No hay apetito genuino de los ahorristas por los bonos, a pesar de los precios a los que habían caída tras el fallo en EE.UU.. Las subas en la Bolsa y en el MAE son producto de este “arbitraje” que hacen los inversores entre los precios locales y del exterior para conseguir los tan ansiados billetes verdes y bien lejos.


Claro que las señales del Gobierno no ayudan para calmar las aguas y sólo exacerban el endémico malhumor. El legislador y ex viceministro de Economía, Roberto Feletti, sostuvo ayer que “no vamos a convalidar que cada agente económico importante al que le sobra un peso lo transforme en dólares”. La defensa a ultranza de las restricciones cambiarias y la pesificación a la fuerza potencian el desdoblamiento que existe de facto en el país (lo asuma o no el Gobierno).


En la otra pata del mercado paralelo del dólar, el “blue” también volvió a subir y terminó en $ 6,34. Más acotado, sigue siendo un mercado que repuntará de cara a las vacaciones de verano ante la imposibilidad de conseguir “dólares AFIP” para poder viajar al exterior.


En el mercado de bonos, los precios tanto en la Bolsa como en el MAE se vieron en alza solamente por las operaciones que hacen los inversores que realizan el contado con liqui. Así, en la plaza donde operan los bancos, se vieron subas de hasta 4% en el Bonar 10 (que vence en 2017).


En la Bolsa, ese mismo título trepó 2%. El riesgo país de la Argentina que elabora JPMorgan mostró una caída de 4,75% hasta los 1.103 puntos básicos.

Los especialistas creen que el humor de los bonos irá atado de la mano a lo que vaya sucediendo con el caso de los fondos buitre. Se espera algún tipo de resolución por parte del juez Griesa para vislumbrar cómo habrá que pagarle a los holdouts.

LEANDRO GABIN Buenos Aires
cronista.com

El futuro del dólar blue



Una de las preguntas más frecuentes con las que me enfrento es qué va a pasar con el dólar blue, si va a seguir subiendo y también si van a ir apareciendo nuevas variedades de colores del dólar.

En estos últimos días tuvo una leve suba luego de algunos días de calma. Llegó a 6,44,  luego bajó debido a la aparición de vendedores en el mercado. Luego se mantuvo un poco y los anuncios de ayer lo han hecho subir un poco hoy y así sucesivamente.

Pero más allá de los saltos esporádicos que son reactivos y también especulativos, hay razones lógicas para que el dólar blue esté subiendo y lo seguirá haciendo.

La principal razón está en la alta inflación de Argentina.  Piensen ustedes que a excepción de Venezuela que tiene una inflación del 23%, el promedio del resto de los países de América Latina es del 5% anual. Chile, Perú, Colombia o México tienen una inflación aún más baja, entre el 3 y 4% anual.

Por lo tanto al solo fin de mantener la competitividad, la devaluación del peso tiene que hacerlo a un 20% por año. Es decir que si vemos que el real mantiene su paridad cambiaria con el dólar en, digamos, 2 reales, el peso, que hoy está a 4,72, deberá en un año estar a 5,60 para compensar la diferencia de inflaciones.

Esta  tendencia a subir como explicamos es lo que va a pasar, pero esto  no quiere decir que en el medio a veces suba y a veces baje. Como todo bien en la economía, el dólar a veces se demanda más y a veces menos. Es como el helado, que durante todo el año lo comemos, pero definitivamente lo pedimos más en verano que en invierno.

Vacaciones y dólar

En la medida que las vacaciones de verano se van acercando, la demanda de dólares de los argentinos que piensan viajar al exterior va creciendo. Históricamente los meses de noviembre y diciembre son meses donde la demanda de dólares crece y la oferta de dólares no es significativa.

En noviembre también crece la demanda de dólares de los importadores porque se preparan para el fin de año, que es cuando el consumo tiene un pico importante. Este año debido a las restricciones a las importaciones no va  a ser tan importante como otros años, pero la presión será mayor.

Por el lado de la oferta, no hay muchas novedades. Estos meses no son importantes a la hora de exportar, ya que la mayor entrada de dólares se da en los meses de mayo, junio y julio que es cuando la cosecha de soja sale a la venta.

Pero en años anteriores, en diciembre muchas empresas que compraban dólares durante el año como estrategia financiera a veces debían vender algunos para poder cubrir sus gastos de fin de año, vinculados a aguinaldo, a los bonus de sus asalariados, a mayores importaciones, etc.

Como el control cambiario ha impedido ir adquiriendo dólares, esta oferta adicional no estará disponible en estos meses.

Finalmente en diciembre se concentra un vencimiento importante de deuda externa que es el denominado cupón del PBI que este año debe ser abonado.

La calma después de la tormenta

Esto quiere decir que es esperable una suba del dólar blue de aquí a fin de año, y la respuesta es claramente que sí. Los meses de septiembre y octubre son de calma en el mercado cambiario y se revierte en estos meses.

¿Esto quiere decir que el dólar va a saltar? La respuesta es que no. Seguirá su tendencia creciente en el rango de un 20/25% anual, o para ser más preciso del 2% mensual. Algunas semanas prácticamente no se modificará, y otras subirá un poco más rápidamente. Siguiendo este razonamiento y dado que el dólar esta a 6,30 pesos por dólar, no sería extraño que para fin de año este un 5/7% mas elevado, es decir entre 6,60 y 6, 75.

Como el mercado paralelo es un mercado muy chico en volumen, pequeños montos compradores o vendedores pueden variar mucho sus cotizaciones diarias, pero de ninguna manera evitar su tendencia.

Mientras la inflación tenga los niveles que estamos viviendo y con una emisión monetaria que crece al 40% anual, el camino es solo ascendente.

Si el Gobierno quiere evitar la suba del dólar blue, no se logra con controles o miedos, se logra atacando la causa que origina el problema, que es la inflación.

Tomás Bulat
opinion.infobae.com

Ya rige la prohibición de comprar dólares para créditos hipotecarios



En otro paso, esta vez previsto desde hace meses, del cerrojo cambiario, desde hoy ningún beneficiario de un crédito hipotecario podrá comprar dólares para pagar en moneda extranjera la vivienda para la que sacó ese préstamo.


La prohibición estaba prevista en la Comunicación A 5318 que el Banco Central emitió el 7 de julio de este año, una de las tantas medidas que fueron publicando esa entidad y la Administración Fiscal de Ingresos Públicos (AFIP) para ir reforzando paulatinamente el cepo cambiario que el Gobierno dice que no existe.


El último párrafo de esa comunicación establecía que "las personas físicas" iban a poder comprar dólares hasta ayer "por los montos correspondientes a créditos hipotecarios" que estuvieran preacordados al mismo 7 de julio y siempre que esos dólares fueran aplicados "en forma simultánea al pago de la compra de la vivienda".


Así, hasta ayer, quienes tenían créditos hipotecarios preacordados hasta el 7 de julio inclusive podían, al menos teóricamente, comprar dólares con esos créditos para pagar las viviendas que compraban; en cambio no podían hacerlo quienes preacordaron los créditos después de esa fecha, que tenían que realizar la transacción en pesos.


Desde hoy, ya no importa si el crédito fue preacordado antes o después del 7 de julio: el BCRA no permite en ningún caso que quien saca un crédito hipotecario compre con esos pesos dólares para pagar una vivienda. Así, avanza otro paso en la pesificación el mercado inmobiliario que no deja de contraerse desde que comenzó a implementarse el cepo cambiario.

clarin.com
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