martes, 31 de julio de 2012

Guía para “consistentes”: la odisea burocrática de comprar dólares


INCLUSO PARA LOS VALIDADOS ES CADA VEZ MÁS ENGORROSO


Pasar el filtro de la AFIP es sólo el primer paso. La tarea de adquirir divisas se complicó al punto de que es difícil terminar la operación cambiaria en un mismo día por la cantidad de papeles que se debe presentar. Además, por la dispersión de precios, caminar la City requiere una cuota extra de dedicación
 
Si usted tuvo la suerte de haber sido bendecido con la varita mágica de la AFIP de haberlo tiladado como una persona “consistente” para poder comprar dólares, ése es solamente el primer paso de un largo, pero largo trecho. Al punto que es difícil que usted pueda terminar la operación cambiaria en un mismo día por la cantidad de papeles que tiene que presentar.

Por empezar, olvídese de usar efectivo. Hace tiempo que en los bancos sólo venden contra débito, pero ahora las transacciones tampoco pueden realizarse en efectivo en las casas de cambio, ya que deben ser bancarizadas. Así, si uno va con un cheque a la casa de cambio habrá que esperar 48 horas hasta su acreditación, además de tener que pagar el 1,2% del impuesto que tienen los valores. La transferencia de fondos por Internet o por cajero automático es gratuita, pero el límite es de $ 10.000 por día, por lo cual habrá que volver a hacer la transacción al día siguiente si lo autorizan a comprar billetes por un monto mayor.

También está la opción de realizar la operatoria por tarjeta de débito (las casas de cambio recién están en el proceso de adoptar el sistema y evaluar costos-beneficios). Pero el problema es que las terminales cobran el 1,5% más IVA por cada compra. Como en la venta de dólares el margen de ganancia de las casas de cambio es de apenas el 0,5%, quienes adoptan el sistema trasladarn el costo al cliente, por lo cual hay una recarga del 2%. A su vez, hay que tener en cuenta que el límite standard por transacción diaria es de $ 4.000, y por pedidos especiales se puede llegar a agrandar el límite hasta los $ 5.000. Por lo tanto, quien recibió una autorización por un monto superior debería volver a ir al día siguiente a pasar su tarjeta.

“Pusimos la terminal para comodidad del cliente, como una opción más, en especial destinada para aquellos que van a comprar menos de u$s 1.000 y prefieran la rapidez antes que nada”, explican desde una casa de cambio, que se encuentra totalmente desierta, al igual que las de sus competidores. “Los únicos que entran acá son los de la AFIP. No se para qué, ya que las operaciones que se hacen son contadas con los dedos de la mano”, revelan desde otra financiera.

(Consultados sobre la incipiente modalidad de venta contra débito en Visa recalcaron que por política de la empresa no se adhiere a casas de cambio).

Pero el tiempo que es necesario invertir para la compra de divisas también se ve afectado por la necesidad de buscar el mejor precio o “caminar la City”. Ante la escasez del volumen operado, en el sector estiman que las pizarras se irán ampliando. Previo al cepo, el negocio de la divisa era el volumen, por eso el margen de ganancia es reducido. Pero como ahora casi no hay operaciones, a las entidades no les quedará otra que agrandar el spread. Esto está ocurriendo con el resto de las monedas. Las casas de cambio marcan más diferencia entre la compra y la venta cuanto menor es el volumen negociado de una moneda. En efecto, en el euro ganan 3%, en el real y en el uruguayo 5%, y en el resto 10%.

Otro hecho a destacar es que cada vez se nota una mayor reticencia por parte de los bancos al cambio de monedas, al punto que varios sólo se limitan a vender dólares y euros. El resto, se lo dejan a las casas de cambio, ya que las entidades financieras prefieren destinar sus recursos humanos a negocios que les sean más rentables y que demanden menos tiempo operativo.

Por eso, una vez recibida la autorización de la AFIP por el dólar turista, es clave hacer la gran “Lita de Lázzari”: caminar por el microcentro viendo las pizarras de las casas de cambio, para ver cuál tiene el mejor precio, ya que los bancos suelen ser siempre unos centavos más caros.

Una vez elegida la casa de cambio, puede pedirles la computadora y hacer la transferencia gratuita por hasta $ 10.000 desde ahí mismo. En caso de que usted tenga cuenta en otros dos bancos, y que le hayan autorizado a cambiar $ 30.000, puede hacer la misma operatoria en las otras dos entidades. De este modo, las tranferencias son inmediatas y no tienen ningún costo. Y recibe los dólares en el acto.

Ni hablar si consiguió dólares para viajar (y realmente pensaba viajar). Si no llegara a hacerlo, tiene sólo 5 días hábiles para notificarlo desde la transacción. Y recuerde que las postergaciones de fecha por más de 10 días hábiles se considerarán como suspensiones. El engorro nunca termina.

cronista.com

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