jueves, 12 de abril de 2012

El contado con liquidación o dólar cable ya se paga un peso más caro que el oficial


La brecha entre el dólar mayorista y el contado con liqui superó una barrera psicológica. La ANSeS, hasta el momento, ha dejado subir su cotización sin intervenir


El precio que pagan los inversores por hacerse de dólares en el exterior a través del llamado “contado con liqui” en la jerga financiera, ya supera en más de $ 1 al valor del dólar en el mercado oficial. Ayer se pagaba hasta $ 5,43 por dólar por esta vía, en lo que significó un nuevo máximo histórico.

Si bien la brecha entre el dólar oficial y esta cotización paralela –y legal– no es la más grande que se haya registrado en términos relativos, rompe con una barrera psicológica.

El diferencial actual entre las dos cotizaciones es del 23%, una magnitud que fue superada varias veces desde que el dólar empezó a escasear, en octubre pasado.

Pero ayer, la cotización oficial del dólar en el mercado mayorista se mantuvo sin cambios ayer en $ 4,384 por unidad, una diferencia de $ 1,046 respecto del precio que están dispuestos a pagar los que recurren al contado con liquidación.
El contado con liquidación, o “dólar cable” es el precio implícito que se paga por dólar al adquirirlos a través del mercado de renta fija. Los interesados en hacerse de divisas más allá de los montos que les autoriza la AFIP adquieren bonos en dólares que cotizan en el exterior, para luego venderlos. La compra se hace con pesos, mientras que al momento de vender esos bonos reciben dólares por ellos. Al cotizar en el exterior, además, tienen la opción de depositar los dólares que compraron en una cuenta en el exterior, lejos del alcance del Gobierno argentino.

A diferencia de la compra de dólares en el mercado paralelo, esta operatoria no está prohibida por la ley.
El cerrojo de la AFIP generó un auge de cotizaciones paralelas del dólar. La más tradicional –y económica– el dólar blue o paralelo que se vende en las cuevas se conseguía ayer a $ 4,95. Es más bien minorista y tiene un costo de 54 centavos por sobre el de las pizarras de las casas de cambio. Más onerosa, pero al menos legal, es el “dólar implícito”, es decir, el valor por dólar que pagan quienes compran bonos en dólares que vencen en el corto plazo, para esperar el pago del vencimiento y así hacerse de los billetes.

Ayer, los inversores pagaban $ 538,4 por el Boden 2012, que vence en agosto de este año, y tiene un valor nominal de u$s 100, es decir, pagan $ 5,384 por cada dólar.

Pero el que se destaca por sus alzas es el dólar cable. La semana pasada estaba en $ 5,35, el lunes en $ 5,40 y ayer saltó 3 centavos.

Una de las aristas más interesantes de la escalada es que la ANSeS no la impidió. El organismo previsional ha sabido salir a vender los bonos más usados para el dólar cable –típicamente el Boden 2015 o el Bonar X–, para hacer caer su cotización ya así castigar a los que pagaron precios más elevados.

En la entidad comentaron a El Cronista días atrás que, por el bajo volumen, hasta ahora no se han decidido a actuar. A fines del año pasado, en los primeros días de la AFIP era mayor, ahí sí, la ANSeS volteó al dólar cable.

cronista.com

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